BARTLEBISMO
Entró a la habitación resuelto, con el revólver por delante; frente a él, su enemigo mortal, también armado… Se miraron fijamente, esperando que la siguiente cosa dicha fueran las últimas palabras de alguno de los dos…
Fue él quien rompió el silencio.
- Preferiría no hacerlo.
Su enemigo bajo el arma diciendo:
- Preferiría no hacerlo.
Frente a la pantalla, el escritor enciende un cigarro, se empina el whiskey, y decide que no hay nada que hacer… Ambos personajes, antes del clímax, habían contraído el Síndrome de Bartleby.
Héctor Viveros, TEP
miércoles, 15 de agosto de 2012
martes, 7 de agosto de 2012
Eran los calores de un verano que no decidía nunca a dejarse caer, las lluvias a mal modo, los tragos demasiado acompasados, los amores raros, las nostalgias a flor de piel, las muchas lunas de la luna estacionadas en la estación triste del ayer...
Ya no tengo boca de profeta, ya no soy inmortal hasta que se pruebe lo contrario...
TEP está feliz de tener quien lo quiera, y triste de no saber queres más y mejor en una estación sin calendario.
Me, muy poco yo y sin saber que hacer conmigo...
Me, siendo yo y sin capitana, navegando la noche sin compás ni un astrolabio...
Me, queriendo convocar al pasado en que sabía de memoria los puertos de descanso...
Me, loving tú, como las notas del salterio que se saltan sin agravio...
TEP, turisteando las playas de la infancia, sin futuro, sin horario...
Ya no tengo boca de profeta, ya no soy inmortal hasta que se pruebe lo contrario...
TEP está feliz de tener quien lo quiera, y triste de no saber queres más y mejor en una estación sin calendario.
Me, muy poco yo y sin saber que hacer conmigo...
Me, siendo yo y sin capitana, navegando la noche sin compás ni un astrolabio...
Me, queriendo convocar al pasado en que sabía de memoria los puertos de descanso...
Me, loving tú, como las notas del salterio que se saltan sin agravio...
TEP, turisteando las playas de la infancia, sin futuro, sin horario...
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