viernes, 25 de septiembre de 2009

Lizalde

Es, quizá, el primer poema que recuerdo haber leído... El libro estaba en el closet de mi hermano, yo debía tener 11 años. Me impactó, desde entonces, Lizalde SIEMPRE ha sido mi poeta favorito...

Tengo el tomo con su poesía completa, pero CADA VEZ que me encuentro un ejemplar igual al que tenía mi hermano, lo compro de inmediato, lo regalo o lo pierdo después. Hoy me lo he comprado nuevamente por miserables 20 pesos.

EL ANGEL CIEGO
Tocó a la puerta el ángel destrozado,

y se puso a temblar
el cedro joven de la puerta
frente al ángel leproso.
Y entró a la estancia el ángel,
colgante su mirar,
descarnadas sus carnes,
los pies comidos hasta los tobillos,
como los pies de una grulla negra
a punto de su vuelo.
Mostraba el cobre de la muerte
la epidermis del ángel.
Lanzó al horror del aire
su descoyuntado vuelo de ángel bueno
que ha olvidado bailar.
Este es, amada, el ángel
que suele visitarme en los días claros.
Cuando se va,
devoro las docenas de ratas moribundas
que lo siguen
(no se trata de hacer drama ente nadie)
pisoteo las sombras que han entintado el suelo,
fumigo los rincones,
expulso con la escoba a los fantasmas,
para que todo esté limpio
cuando el ángel vuelva,
a ensangrentarlo todo,
a ennegrecerlo todo.

Eduardo Lizalde
Del Poemario "La Fiesta"

lunes, 21 de septiembre de 2009

Método Viveros para crear un Monstruo

1.- Tome a la persona más normal y pacífica que encuentre mientras aún es joven. Preferentemente, sin marcas en el corazón.

2.- Un día, de la nada, con toda la seriedad del mundo y sin dar ninguna explicación, dígale: “Eres raro”.

3.- Espere hasta que cualquier inevitable cosa mala le ocurra a esta persona y actué como si siempre hubiera sabido que esa cosa mala le iba a suceder, porque: “¿Acaso merecías otra cosa?”

4.- Confiésele a esta todavía buena persona algún problema, real o inventado, esperando a que se ofrezca por la siempre presente solidaridad humana a ayudarlo, y luego niéguese a aceptar tal ayuda, dígale algo como: “No puedo confiar en ti, eres raro, te tengo miedo”.

Se garantiza que la persona seleccionada empezará a creer lo que le ha dicho de sí misma, y que como mecanismo de defensa, no sólo aceptará no ser normal, sino que se refugiará en ello para sobrevivir, convirtiéndose así en el Monstruo que Usted habrá creado.

Notas finales:

1.- Si no se siente culpable de todo lo que haga esa persona después, el Monstruo siempre habrá sido Usted.

2.- Si Usted cae víctima del Monstruo que ha creado, muera lleno de orgullo.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Mecánica Sentimental

4

La arena
que fue tiempo,
que fue roca,
que fuiste tú,
antes de la farsa
de la creación…

Cuánto adiós
y cuánta sangre,
precisa y relojera,
te acercan y te alejan,
mala marea,
y solo vago,
brego,
abogo y me ahogo
entre tus piernas.

VI

Suciedad es una palabra sucia
inventada como todas
despectiva como pocas
equivocada como ella sola.