1.- Tome a la persona más normal y pacífica que encuentre mientras aún es joven. Preferentemente, sin marcas en el corazón.
2.- Un día, de la nada, con toda la seriedad del mundo y sin dar ninguna explicación, dígale: “Eres raro”.
3.- Espere hasta que cualquier inevitable cosa mala le ocurra a esta persona y actué como si siempre hubiera sabido que esa cosa mala le iba a suceder, porque: “¿Acaso merecías otra cosa?”
4.- Confiésele a esta todavía buena persona algún problema, real o inventado, esperando a que se ofrezca por la siempre presente solidaridad humana a ayudarlo, y luego niéguese a aceptar tal ayuda, dígale algo como: “No puedo confiar en ti, eres raro, te tengo miedo”.
Se garantiza que la persona seleccionada empezará a creer lo que le ha dicho de sí misma, y que como mecanismo de defensa, no sólo aceptará no ser normal, sino que se refugiará en ello para sobrevivir, convirtiéndose así en el Monstruo que Usted habrá creado.
Notas finales:
1.- Si no se siente culpable de todo lo que haga esa persona después, el Monstruo siempre habrá sido Usted.
2.- Si Usted cae víctima del Monstruo que ha creado, muera lleno de orgullo.
1 comentario:
me encanto jajajaja!! ya le habia leido pero me haz sacado de nuevo una risa!!
Como siempre de mis escritores favoritos....tienes ese gran poder sobre mi...
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